Hola, soy Daniel y soy médico. Quisiera compartir una pequeña anécdota que viví hace algunos años durante mis prácticas en el Hospital Carlos Andrade Marín, en el turno de la noche. Mi compañero, también estudiante de medicina, y yo solíamos compartir muchas actividades juntos, así que una noche comenzamos a escuchar unos golpes provenientes del piso de abajo, donde se guardaban muebles viejos y aparatos inservibles. La curiosidad nos llevó a bajar para investigar el origen del sonido, pero al llegar allí no encontramos nada. Regresamos rápidamente, algo inquietos.
Días después, los ruidos volvieron a hacerse presentes. Armado de valor, decidí entrar con mi celular para tomar algunas fotografías. Sin embargo, esta vez fue diferente. En una de las imágenes se podía distinguir claramente la silueta de una mujer adulta al fondo del salón. Podía identificar algunos rasgos, como su ropa y su estilo de cabello, corto y rizado. Al ver esa foto, un escalofrío recorrió mi cuerpo.
Lo más extraño fue que, en los días siguientes, los golpes cesaron por completo y la foto desapareció misteriosamente. No recuerdo qué hice con ella ni cómo sucedió, pero nunca logré recuperarla. Incluso le pregunté a mi compañero, a quien se la había enviado por WhatsApp, y él tampoco la tiene.
Esta pequeña vivencia marcó el inicio de mi carrera en esta hermosa profesión que es la medicina. ¡Saludos!